domingo, 3 de febrero de 2008

Notas escogidas en una noche de invierno

Cómo explicar los sentimientos que se cargan en el cuerpo, cómo expresar el dolor emocional; la oportunidad de existir manifiesta sensatez divina, pero la existencia es vacilación efímera. No cuento con los últimos meses de mi vida, nadie sabe cuán significativo representó convivir en un nicho pasivo y rodeado de amigos y familiares. El problema que carga cada ser humano pienso que se debe a su poca visión de ser feliz porque aún en el crisol uno puede mentalizar y sentir refractantemente los pesares, al parecer mis argumentos son inválidos porque contradigo mi dolor con mi teoría de la felicidad, éso muestra inmadurez; sin embargo, no es así, ante el dolor se debe tener el valor de reconcer los factores que itinerariamente se recorren por la vida.
Mi fe nunca disminuye, sé plenamente las ventajas de confiar en el Supremo aunque racionalmente parezca absurdo prefesar una creencia, no obstante puedo afirmar sin temor a equivocarme que con Dios la vida está más llena de paz, valor, armonía y libertad. No se puede avanzar por el camino del odio, de las guerras y diferencias sociales, se debe enfrentar la vida con las promesas del Eterno.
Ya que no puedo expresar ordenadamente mis emociones, sólo te digo a ti, lector de éste blog insipiente que cuando la soledad entre invítala a planear tus éxitos y a través de sus consejos susurrantes encontrarás impetuosamente el sendero óptimo que marcará divinamente tu triunfo racional y también espiritual.